23.10.07

El reporteado (golpes del oficio)

Que quiere ser reporteado
de antemano está el aviso
pero el día que llegamos
lo tomamos de improviso.

Él así nos lo asegura
con aire de suficiencia
por eso va a ser muy breve
y de exponente, a conciencia:

“¿Su edad?” “ La que represento.”
“¿Casado? “En un tiempo he sido.”
“¿Su fortuna? “ La que ostento
y también la que he perdido.”

“¿Su porvenir?” “Tengo fama.”
“¿Cómo besa?” “Con los labios.”
“¿Dónde reposa?” “En la cama.”
“¿Qué saborea?” “Los agravios.”

“¿Qué libros lee?” “Los que tengo.”
“¿Qué arte prefiere?” “A mi ver,
el arte que me entusiasma
es el arte de comer.”

“¿Tiene amores?” “Los que quiero,
las mujeres se me brindan
en el camino, enlazadas
como un manojo de guindas.”

Luego el fotógrafo enfoca
al reporteado indolente
con un cigarro en la boca
y una rúbrica en la frente.

Y con su figura impresa
corre el diario a todos lados
pero a nadie le interesa
mas que al mismo reporteado.

dolores, mayo 1929

1 comentario:

Anónimo dijo...

este es mi favorito!