12.3.08

La partida – Recuerdos de aldea-

Palidecen los rosales con los amagos de otoño,
las golondrinas partieron en salvaje dispersión
y está el pueblo como envuelto en la niebla mañanera
cuya sombra nos penetra muy directa al corazón.

Hay adiós en nuestros labios y rocío en la pupila,
se estremece toda el alma en una desfloración
mientras se abren en los cercos las últimas campanillas
como nota que se aferra por salvar a la ilusión.

Caminito de mi aldea bordado de trebolares
que has espiritualizado mis ensueños escolares
fascinándome en recuerdos hasta verme regresar.

Voy dejando entre tus zarzas mis postreras alegrías
la dulzura inmensurable que he libado en estos días
de retiro silencioso a la sombra del hogar.

dolores, marzo de 1928

2 comentarios:

Verónica Cento dijo...

Al biznieto Joaquín:

Me pareció muy interesante y muy poco común encontrar un blog de este estilo. Qué loco, no? digo, que la bisabuela de uno haya escrito una extensa obra y que su propia familia le esté haciendo un blog. Pensar que la idea de internet en la época no era algo común, pero cómo comunican estas páginas personales. A mí en particular me encantan encontrar este tipo de cosas dando vueltas por la blógsfera.

Gracias por compartirlo!
Saludos

jqn valenzuela dijo...

gracias verónica por visitar y leer también este blog.
jqn